Quizás cuando uno aborda las distancias en solitario, se da cuenta del periplo que para algunos debió resultar el viajar, el cruzar enormes distancias, andando, a caballo, en barco: días y días de camino…
Mi periplo no guarda tanto romanticismo como la de aquellos descubridores de tierras o simplemente mensajeros de reyes, simplemente se trata de soportar el tedio de la carretera.
Y no se me ocurre otra cosa mejor que ir escribiendo, grabando y subiendo cosas para compartirlas con vosotros… todo por un destino…
(por cierto, la foto estaba preparada 🙂 )